Con la zancada de Henry y el instinto de Makaay, así definen muchos a Luc Castaignos, la última joya salida de la extensa prole que nos ha dado el fútbol holandés. Su nombre comenzó a resonar con más fuerza tras el Europeo sub 17´ de 2009, allí este joven delantero portaba el 9 de la selección Orange, fue pichichi del torneo, Holanda quedó segunda pero este chico acaparó la mayoría de las miradas de los ojeadores que allí se acercaron.
Luc Castaignos |
Su progresión ha seguido hacia arriba, desde las categorías inferiores comenzó a sacar la cabeza en la Eredivise jugando sus primeros partidos con el Feyenord durante la pasada campaña. Pero es en ésta temporada en donde Cataignos está empezando a adaptarse al fútbol profesional de nivel, jugando habitualmente y mostrando su evolución. Este año ha jugado 24 partidos y ha metido 9 goles. Su calidad ha llamado la atención de los grandes del fútbol europeo, se le asoció con Manchester, Tottenham o Arsenal, pero en enero firmó con el Inter de Milán. El jugador aún permanecerá una temporada más en condición de cedido en el Feyenord, para terminar de curtirse y madurar su fútbol antes de dar el gran salto a un equipo como el Inter. Las cifras del traspaso rondan los 6,5 millones, lo cual dice mucho de las fuertes expectativas que tiene el club nerazzurri en este joven y espigado punta.
Nacido en 1992 en Schiedam aúna en sus botas la velocidad de su zancada, la potencia de sus piernas y una clase que recuerda a Henry. Además se muestra trabajador y lucha cada balón con ímpetu, un delantero ideal para la Premier. Sus virtudes no quedan ahí, sabe buscarse las ocasiones bastante bien él solito, cayendo a las bandas, sabe jugar de espaldas y utiliza su cuerpo con mucha inteligencia, especialista en echarse el balón en largo y hacerse fuerte en la carrera es perfecto para jugar con huecos.
Es diestro pero maneja con soltura ambas piernas y no tiene una banda específica,tiene cabeza de delantero “killer”, en cuanto está cerca del área pone la directa hacia la portería mostrando una gran inteligencia y un hambre voraz de gol, recuerda en este aspecto a su compatriota Roy Makaay. Su disparo es una incógnita y tiene un abanico amplio que va desde el disparo duro, con el que suele intentarlo a balón parado también, a los recursos de exterior o la utilización de la sutileza con disparos de gran belleza técnica. Este delantero de gran envergadura y fuerte personalidad no duda en pedir el balón y coger las riendas del equipo, se muestra afable y extrovertido en la relación con sus compañeros.
Pero es un chaval de dieciocho años y todavía tiene que pulir algunos defectos. Su dosis de entrega en cada partido le lleva a menudo a agotarse prematuramente, en las segundas partes se le suele ver algo fatigado, por ello debe racionalizar sus esfuerzos durante los noventa minutos. Además se muestra imperfecto en la definición, para la cantidad de ocasiones que tiene debería definir con mayor eficacia, para dar el siguiente salto debe tener una mayor claridad de ideas y ganar en seguridad a la hora de definir.
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