El interés compartido de Real Madrid y Barcelona en fichar a Neymar(19 años) ha llevado al brasileño a convertirse en una de los protagonistas de los últimos días. El delantero del Santos encabeza una de esas habituales disputas entre los dos grandes del fútbol español por el traspaso de un determinado jugador. Tal y como ha ido adelantando El Confidencial, Roselltomó delantera en las negociaciones, pero Florentino Pérez reaccionó en los primeros días del mes de abril e inició la estrategia para asegurar el fichaje o, cuanto menos, lograr que Neymar no firme por la entidad azulgrana.
El precio de la cláusula de rescisión del brasileño es de 55 millones de dólares (45 millones de euros), curiosamente la misma que la del Kun Agüero, pero lo que realmente llama la atención es que Neymar pudo ser madridista por 60.000 euros en 2006, pero el delicado momento institucional que atravesaba el Real Madrid impidió que Neymar se convirtiera en jugador blanco. Neymar estuvo durante dos semanas en Madrid, entrenándose en Valdebebas junto a Sarabia, Alex Fernández, Carvajal o Fran Sol. Incluso presenció un par de partidos del primer equipo del Real Madrid desde el palco del Santiago Bernabéu.
El acuerdo parecía cercano, pero la salida de Florentino Pérez de la presidencia blanca y la posterior de Fernando Martín, dejó a la entidad madridista en una situación complicada para la toma de decisiones. El sillón presidencial pasó a manos de Luis Gómez-Montejano como directivo con mayor edad. Neymar contaba con 14 años de edad y estaba como locopor quedarse en Madrid. Wagner Ribeiro, agente y descubridor del jugador,pidió 60.000 euros como precio de la operación. El trabajo de la secretaría técnica de Ramón Martínez estaba hecho, ahora la decisión estaba en manos de los dirigentes.
Tras algún debate interno, la directiva blanca desechó la operación. La Junta que encabezaba Gómez-Montejano la consideró una operación peligrosa. No creyeron conveniente asumir el riesgo que suponía traerse a un chaval brasileño de 14 años. Las incógnitas eran muchas a nivel social. En lo deportivo nadie dudaba de que era un proyecto de gran jugador, muy por encima de los su edad y categoría. Los informes deportivos no dejaban lugar a la duda. Recomendaban el fichaje, pero la directiva no quiso asumir el desgaste social que podría suponer 'arrancar' a un niño de su Brasil natal. Además, el aspecto económico, el de los 60.000 euros también tuvo su peso en la toma de la decisión.
Cinco años después, el interés del Madrid es real. Neymar gusta, encandila al presidente madridista. Es de esos jugadores que considera diferentes, tocados con la varita mágica del juego espectacular y capaces de poner en pie al Bernabéu. Por contra, Mourinho no identifica la manera de moverse por el campo del todavía jugador del Santos con su filosofía de pelea, intensidad y entrega que exige a todos y cada uno de sus jugadores. Esto no quiere decir que no le guste, pero cree que con Ronaldo ya tiene cubierto el cupo de jugadores que dan la espalda a la hora de defender. Aún así, en la zona noble del estadio madridista pretenden asegurar una opción de compra para enero de 2012 o incluso para este verano, siempre y cuando el mercado coloque al brasileño a tiro.
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